Modo navideño y sus efectos psicológicos

Por: Arlet Martínez Gómez

Diciembre ya comenzó y con eso las calles, las casas y cada rincón se iluminan con luces led, árboles navideños, coronas de adviento, y muchos adornos más, pues tal como lo menciona el psicoanalista Steve McKeown (como se citó en National Geographic, 2017), fundador de Mindfixer, la decoración navideña nos permite conectar con nuestro lado más sentimental y volver a la infancia. Sin embargo, ¿sabes cuáles son los efectos psicológicos que las épocas decembrinas, y en particular la Navidad provocan en la mayoría de las personas?

Navidad, Decoración, Día Festivo


En caso de que no conozcas estos efectos psicológicos, a continuación se enuncian aquellos que tienen un sustento científico, de acuerdo con Perez (2017), estos son:


Euforia. Es posible que los estímulos luminosos, la ingesta de comida con exceso de azúcar, las comidas y cenas con cierta dosis de alcohol, el reencuentro con seres queridos, la aglomeración de personas en los centros comerciales y el bombardeo televisivo con contenido referente a estas fiestas provoque estados de euforia en casi todas las personas.
● Frustración. Cuando alguien no puede regalar a sus seres queridos aquello que desearía por falta de recursos económicos, o cuando nos damos cuenta de que no somos capaces de llevar a cabo los propósitos de año nuevo, podemos sentirnos muy frustrados. Y es que parece que durante el mes de diciembre todo tiene que ser celebración, felicidad, alegría y energía positiva… ¡lo cual puede hacerlo todavía más frustrante!
Indiferencia. No suelen ser muchas, pero algunas personas permanecen impasibles a la llegada de la Navidad.
Angustia. Para algunos el hecho de tener que reunirse con la familia y tener que cumplir con la tradición puede resultar angustioso. Hay quienes no tienen ningunas ganas de compartir esos momentos en familia porque sus relaciones familiares no son como les gustaría y sienten que deben someterse a momentos incómodos, discusiones, conflicto, y con esto poner en peligro su bienestar emocional.
Generosidad y benevolencia. De acuerdo con investigaciones realizadas por el Observatorio de Psicología en España, en el mes de diciembre aumenta el número de gente que colabora con alguna causa benéfica donando comida, ropa o juguetes a los más necesitados, o asistiendo a asilos de ancianos, hospitales o comedores sociales. Parece que la llegada de la Navidad despierta el lado más humano de muchas personas, las cuales se muestran más altruistas y amistosas.


Aunque, de acuerdo con diversos autores, hay otros efectos psicológicos más estructurados que también pueden experimentarse durante diciembre, pues en la cúspide de los motivos se encuentran la nostalgia y la tristeza producidas por el denominado síndrome de la silla vacía, que surge cuando las emociones por la muerte o la ausencia de un ser querido entran en conflicto con el ambiente festivo típico de las celebraciones navideñas (Piqueras, 2019).

Además, del síndrome antes referido, Shiimell (como se citó en Piqueras, 2019), profesora colaboradora del grado de Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya, indica que, las personas también pueden experimentar el síndrome del villancico, caracterizado por estrés y ansiedad producidas por la Navidad debido a los sentimientos contradictorios por encontrarse en una época festiva y no tener motivos para la celebración, en otras palabras, este síndrome del villancico se refiere a la obligatoriedad de estar felices, las elevadas expectativas con los preparativos, o la idea y la presión social de que todo tiene que estar perfecto.

Photo by Scott Webb on Pexels.com


Por último, otro efecto psicológico que puede producirse es lo que se denomina depresión blanca o blues de Navidad, cabe mencionar que esta no es considerada un trastorno, sino un estado de ánimo ante estímulos externos, tales como, la decoración navideña, reuniones familiares, etc. (National Geographic, 2017). Los síntomas de la depresión blanca van desde insomnio, hasta ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor. Aunque es importante diferenciarla de otros trastornos, por esto, los expertos en psicología recomiendan marcar expectativas reales sobre cómo celebrar la Navidad. Ver las situaciones familiares y las ausencias con perspectiva, asumir con naturalidad los cambios, afrontar los excesos de villancicos y el aumento de consumo energético y el materialismo de estas fechas (National Geographic, 2017).


Como se puede observar las épocas decembrinas, el modo navideño y el fin de año, no son del todo felicidad pero tampoco tristeza y melancolía, pues como en muchas épocas a lo largo del año, las emociones que se viven son de gran diversidad.

Referencias:

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s