Por Jessica Guzmán
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En 1974 se documentó por primera vez un caso de queratitis amebiana, una infección corneal severa que a partir de los años ochenta aumentó su incidencia, relacionado al notable incremento de los usuarios de lentes de contacto, los cuales, actúan como principal vector de la infección y reservorio del agente causal: Acanthamoeba spp.
Esta ameba fue descrita por primera vez por Castellani en 1930. En 1931 fue establecido su género, mientras que el primer indicio de que podía causar enfermedades en humanos fue en 1958, durante los ensayos para la vacuna contra la polio, finalmente estableciéndose como claro agente causal de enfermedades en humanos a partir de 1970.
Es un protozoo ameboide perteneciente al filo Amoebozoa. Su ciclo de vida comprende 2 formas: el trofozoíto, que tiene capacidad infecciosa y reproductora, y el quiste o forma de resistencia, que puede sobrevivir durante mucho tiempo en agua a temperatura desde los -20ºC a 56ºC; además, resiste los métodos de cloración tradicionales y la desecación.
Recientemente se ha observado que en soluciones oftalmológicas y de propilenglicol, el trofozoíto puede sufrir una rápida diferenciación, transformándose en estructuras de bajo metabolismo no móviles, conocidas como “pseudoquistes”, que presentan una única capa y revierten a la forma de trofozoíto (su forma infectante) cuando las condiciones ambientales son más favorables. Acanthamoeba spp. es oportunista y de vida libre, es decir, se encuentra en la naturaleza; y es el protozoario más prevalente en el medio ambiente, sus especies se ubican en el suelo, lodo y en general puede estar en cualquier estancamiento de agua dulce o salada, incluyendo jacuzzis y piscinas. Sus vías de entrada al huésped son: respiratoria, parenteral y a través de mucosas.
La queratitis se define como una inflamación de la córnea (el tejido transparente y con forma de domo que se encuentra en el frente del ojo y cubre la pupila y el iris), esta puede ser de origen no infeccioso e infeccioso, y en este grupo es en donde se localiza la queratitis por Acanthamoeba (QA).
El número de infecciones causadas por Acanthamoeba es relativamente pequeño, considerando que su distribución es mundial, y es casi imposible evitar su contacto. La incidencia verdadera no se conoce, pero se calcula de aproximadamente 1 caso por cada 250,000 habitantes, siendo el 85% de los afectados usuarios de lentes de contacto. El riesgo de infección en este grupo se relaciona a una inadecuada higiene, manipulación o almacenamiento de las lentes, uso de soluciones oftálmicas “caseras”, así como llevar puestas las lentillas para nadar, principalmente en sitios con mal tratamiento o almacenamiento del agua.

Al principio de la infección, las amebas se encuentran en el epitelio corneal (la capa superficial) y al progresar la enfermedad, puede invadir el estroma (el tejido de sostén, el que da el soporte al tejido que cumple la función específica del órgano).
Las características clínicas de la QA varían de acuerdo a su evolución. En sus inicios, se caracteriza por limbitis, queratopatia punteada, queratoneuritis radial, las cuales, son manifestadas con enrojecimiento del ojo afectado, lagrimeo, fotofobia (sensibilidad o intolerancia a la luz), dolor de diversa intensidad, así como visión borrosa. Al progresar la enfermedad pueden observarse úlceras, infiltrados anulares, uveítis anterior con o sin hipopión (presencia de pus en la cámara anterior del ojo). Si el proceso se agrava, se pueden producir abscesos, escleritis, glaucoma, catarata, infección microbiana secundaria, es decir, afecciones oculares que pueden provocar ceguera.
El diagnóstico de QA es difícil de realizar, de hecho, la mayoría de estos casos son catalogados como “queratitis de otra etiología”, y muchos más, confundidos con Queratitis por herpes, debido a la ambigüedad de los síntomas presentados. Actualmente el cultivo de un raspado corneal es uno de los métodos diagnósticos más utilizados y de mayor disponibilidad. También es posible realizar el diagnóstico a partir de una biopsia de córnea, utilizando diferentes métodos de tinción, e incluso inmunofluorescencia para anticuerpos específicos contra Acanthamoeba. Puede realizarse, además, por observación directa de la córnea a través de microscopía confocal, uso de la técnica de reacción de polimerasa en cadena (PCR) y análisis de la variación de las secuencias de ADN.

En lo referente al tratamiento, no existe actualmente un activo que sea específico para tratar esta infección, por lo que se han utilizado diversas combinaciones de medicamentos disponibles en el mercado para tratar con éxito, entre las que se destacan las diamidinas (clorhexidina) y biguanidas (propamidina y hexamidina), considerados los más habituales y eficaces, sin embargo también se han incluido el voriconazol, rifampicina, ketoconzol, entre otros, por lo que la elección de tratamiento siempre debe realizarse por un especialista.
En 2020, se propuso el uso de crosslinking corneal (CXL), que usa luz ultravioleta tipo A y riboflavina, usado desde los años noventa para tratar queratocono (otra patología oftalmológica), y aunque se tuvo una respuesta favorable en la primera serie de pacientes, aún se encuentra en investigación, debido a que se considera que el estudio previo fue realizado en una muestra pequeña de pacientes.
El tratamiento quirúrgico, con la excepción de la perforación corneal que requiere intervención urgente, se limita a corregir los efectos residuales que puedan quedar, cicatrices corneales o astigmatismo y se debe instaurar tras la erradicación de la infección, pues si se realiza una queratoplastia temprana puede presentarse fracaso del injerto.

La intervención más valiosa a realizarse en esta patología, es la prevención, principalmente en usuarios de lentes de contacto, a quienes se recomienda:
-Lavado de manos antes de colocar o retirar las lentillas.
-Uso exclusivo de soluciones comerciales especiales para lentes de contacto.
-Regular desinfección y limpieza del estuche de las lentes.
-No nadar con las lentillas puestas (incluyendo jacuzzi, piscinas y playas).
Para quienes no son usuarios de lentes de contacto se recomienda:
-Evitar nadar en lugares en donde es evidente la mala higiene del agua.
-Evitar contacto de mucosas y lesiones de la piel con cualquier tipo de agua estancada.
-Uso de soluciones o medicamentos en ojos solo cuando sea indicado por un médico.
Referencias:
- Espinosa-Barberi G, Miranda-Fernandez S, Tandón- Cárdenes L. Nuevos tratamientos para la Queratitis por Acanthamoeba: revisión de casos clínicos. Arch. Soc. Canar. Oftal. 2017;28:110-115.
- Garduño-Vieyra L, De la Fuente-Batta I, Hernandez-Da Mota SE, Zavala-Martínez MT. Cromoforo fotoactivado con crosslinking como tratamiento para Queratitis por Acanthamoeba. Revista Cubana de Oftalmología. 2020;33(2):1-8.
- Maffrand RA, Pizzi RD, Páez-R MG, Tomas A, Maffrand CM, Pizzi HL. Queratitis por Acanthamoeba. Infección ocular emergente. Reporte de casos. Revista de Salud Pública. 2019;23(1):41-47.
- Perez-Irezabal J, Martínez I, Isasa P, Barron J. Queratitis por Acanthamoeba. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2006;24(1):46-52.
- Lincoln-Lavado L. Diagnóstico y tratamiento de Queratitis por Acanthamoeba. Rev Horiz Med. 2012;12(4):6-11.
- Ramírez-Molas L. Kang H, Ayala-Lugo R, Fariña N, Sanabria R, Miño-De Kaspar H. Queratitis por Acanthamoeba sp. Reporte de caso. An Fac Cienc Med (Asuncion). 2005;38(3):1-4.
- Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Acanthamoeba spp. Databio. Fichas de agentes biológicos. 2017. 1-5.
Que prodigio son los ojos y que cuidadosos debemos ser con ellos. Un buen artículo para comprender por parte de un neofito como yo que es la queratitis amebiana, que la causa y sus cuidados. Me gustó el título. Muy adecuado. William
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Sin duda los ojos son esenciales para todas las actividades que realizamos día a día; son un órgano vulnerable y más cuando de trata de procesos infecciosos o bacterianos, el diagnóstico diferencial al parecer será lo más complicado y discutido pues según la evolución de la queratitis y la historia clínica del paciente jugaran el proceso más importante para determinar el tratamiento. Excelente post informativo! Gracias por compartir
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