Sospecha

Por Thania Villa Ruiz

Tiempo de lectura: 3 minutos

Un día más debo de maquillar mi rostro para ir a regalar globos, hacer felices a los demás es lo que mejor sé hacer y por eso me gano la vida así o al menos pretendo hacerlo. Sé que esto no podré hacerlo toda la vida; a veces me preguntan cuando daré el siguiente paso, al parecer la vida solo es el correr hacia la muerte sin parar, pero eso sí cubriéndose de excesos los momentos malos o tristes no siempre son recordados por qué solo son un mal trago, al final no nos podemos quejar y las últimas palabras siempre serán he tenido una buena vida.

Camino sin rumbo ni quisiera puedo pensar, mi mente es como un panal de abejas, me siento solo, desanimado, siento un enorme peso en mis hombros  al recordar que debo ser lo que todos quieren, tengo que triunfar, pero a un alto precio no solo dejar de soñar, sino también dejando de ser yo mismo, perderme entre el mar de gente para poder cumplir una meta que no todos logran  que más da me dirán todos a mí alrededor si puedes ganar inténtalo y que mejor descanso que poder comprar todo lo que se me ocurra o lo que debería poseer para tener un buen nivel económico.

De repente me siento observado, más de lo normal volteo a todos lados y en una esquina alcanzo a ver… disimulo que no vi nada doy unos pasos más para confirmar que detrás de mí viene alguien lo primero que pienso es que es una persona que solo toma la misma dirección que yo, pero cuando está mucho más cerca de mí, me resulta extraño y por dos calles seguidas todo comienza a ser más misterioso no se esconde ni disimula más que descarado digo en voz baja aún está algo lejos de mí aún que cada vez apresura más el paso y puedo notar que no trae armas a la vista aunque me doy cuenta de que he tomado una muy mala calle por caminar sin pensar no puedo regresar, ni lamentarme en fin caminaré más rápido o quizá corra sé que en la esquina al doblar hay un negocio al que quizá pueda entrar si aún está abierto.

Detrás de la ventana sé que hay algo, algunas veces noto una silueta otras  simplemente me digo que no debo preocuparme, no importa a dónde mire me sigue, cada paso, como un juego o un jugo que algún día sé que acabará, aún recuerdo cuando no estaba esa ventana eran los días más calurosos, pero al menos estaba seguro de que nada podría escapar de mi vista, a veces estoy seguro de que el espejo miente, pero de una forma en la que nadie podría sospechar los días pasan y yo no hago más que quedarme mirando por mi venta lo poco de la vida que puedo ver pasar.

Está obscuro poco a poco se acostumbran mis ojos a la poca luz de la lámpara y corro para llegar a tiempo, debo llegar a la nota correcta para sentirme bien conmigo, cuando llega la hora de recibirla puedo escuchar a lo lejos mi melodía preferida es la que va rápido, rápido, rápido… casi como el latido de mi corazón, respiro, tomo agua, sin darme cuenta se me fue el aire se va más rápido de lo que llegó.

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