Por Ángeles Hidalgo
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En el marco de la consulta popular del pasado 01 de agosto, en la cual se convocó a la ciudadanía a participar en una decisión de interés nacional, que no solo definirá el proceso legal ante la toma de decisiones de actores políticos en gobiernos pasados, sino que brinda la oportunidad de manifestar abiertamente el sentir de la ciudadanía ante la manera de gobernar de los mismos.
En este contexto es importante recordar que es nuestro a derecho decidir quiénes serán nuestros dirigentes y participar en la toma de decisiones de nuestro gobierno, pero tampoco olvidar que ese derecho lleva consigo una responsabilidad, la cual exige que cada uno de nosotros como ciudadanos se informe y participe de manera responsable, siempre con miras al bienestar social y colectivo.
Al respecto, se debe considerar la Escalera de la Participación, creada por Roger Hart, en 1993, la cual establece las diferentes formas de participación que tiene la población: manipulada, decorativa y simbólica.
En primer lugar, la participación “manipulada” se da cuando la población es utilizada para realizar acciones que no entienden y que responden totalmente a intereses ajenos a los suyos. Ejemplo de ello es cuando se lleva a los famosos “acarreados» a las campañas políticas, quienes solo asisten por el pago, ya sea en dinero o en especie, sin que este sea realmente de su interés apoyar sus políticas o propuestas.

Por otro lado, la participación «decorativa» se realiza cuando se incorpora a la población solo como un accesorio, es decir, para «decorar» o «animar» determinada actividad. Como ejemplo podemos encontrar a personas o comunidades vulnerables que son utilizados para lucirlos como beneficiarios de algún apoyo.
Finalmente, la participación «simbólica» es aquella que se da cuando se realizan acciones donde la participación de la población es solo aparente. Como ejemplo podemos encontrar los foros donde se instruye a las personas a manifestar alguna postura como si fuera propia, bajo la instrucción de alguien más.
Grosso modo se puede concluir que no existe una participación real y fructífera, pero si somos honestos en México la participación manipulada es la más utilizada, debido a que muchos de nosotros de manera consienten o no, hemos sido acarreados por algún partido político en el que no creíamos, algunos otros han vendido su voto por una despensa, cemento, láminas, dinero, etc., y en algunos otros casos incitaron a más personas a votar por un partido que realizaba (falsas) promesas de campaña.
Es decir, nosotros mismos violamos nuestro derecho de participar en la vida política, trayendo como consecuencia un gobierno que no escogimos, políticas con las que no estamos de acuerdo, sin ser conscientes que es el reflejo tácito de nuestras elecciones, al elegir depreciar el derecho de votar.

Si bien es cierto, muchos o la mayoría de las personas pensamos que el sistema está dañado y que pese a que participemos emitiendo un voto, éste no hará la diferencia, que no habrá un cambio real, la economía no mejorará, la gente no dejará de ser pobre, los precios de la canasta básica no bajarán, que no todos tendrán acceso a la educación de manera gratuita, a la salud y miles cosas que el país necesita, pero también es cierto que de alguna manera debemos buscar el cambio y no permitir que México siga así, o al menos no a causa de nuestras malas decisiones.
En este sentido, como ciudadanos, y bajo un sentido de corresponsabilidad, debemos buscar ser agentes de cambio, porque si cada uno de nosotros eligiera informarse sobre los temas más relevantes de nuestro país, para emitir un voto informado, por quien creamos que ofrece realmente un cambio estructural, podría ser el primer paso para iniciar cambios reales en el tejido político y social del país, porque no todo lo que está mal es responsabilidad del gobierno también de nosotros.
Es así que, la consulta popular que recién vivimos este fin de semana es un parteaguas que no solo servirá para juzgar administraciones pasadas, también las futuras para que ya no se siga gobernando con impunidad, pues será un referente de vigilancia y transparencia a las acciones de los próximos líderes. Si bien es cierto que, este no es la solución al problema, si puede ser el inicio de un posible cambio que podría impactar en la estructura y práctica política de la administración pública mexicana.

Por estas razones es que nuestra participación en la vida pública del país es relevante, por lo que se vuelve necesario estar informados sobre todo lo que acontece en el mundo, participar, conocer, exigir y hacer valer nuestros derechos, incluso en contra de nosotros mismos, recapacitar dos veces si las elecciones que tome traerán consecuencias en un futuro para mí y la gente que me rodea.
Referencias:
- Divulgación Dinámica. (2021). La Participación Ciudadana: Definición y Tipos de Participación. mayo 24, 2021, de Divulgación Dinámica Sitio web: https://www.divulgaciondinamica.es/blog/participacion-ciudadana-definicion-tipos-participacion/
- Roger Hart. (1993). La Escalera de la Participación. agosto, 2014, de COUNCIL OF EUROPE PORTAL Sitio web: https://www.upla.cl/noticias/wp-content/uploads/2014/08/2014_0805_faceduc_orientacion_escalera_participacion.pdf
La impunidad en México es un mal que ha permeado todos los sistemas y organizaciones sociales, en un país realmente democrático los valores serían más importantes que el cuánto se tiene. Lamentablemente vivimos en una inmensa pandemia de conformismo por el capitalismo y elegimos mejor ser ciudadanos mudos que no participan.
Un ejercicio de participación ciudadana es celebrable pero faltó organización y difusión y como siempre, claridad en lo que se intentó lograr desde la redacción de la pregunta hasta su fin específico.
Gracias por las reflexiones.
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Los ejercicios de participación ciudadana son un arma de doble filo. Los gobiernos de turno por lo general los utilizan para asegurarse en el poder. Pero al contrario de lo que buscaban, en una de estas jornadas cae Pinochet en Chile o Gran Bretaña sale de la Unión Europea (Brexit). Hay que entender que es aquello que busca el gobernante cuando los convocan para no caer en sus redes. Buen artículo
William
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