Por Viridiana Hernández
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Hablar de sexualidad es considerado un tema tabú, y más aún el abordar temas de disfunciones sexuales en mujeres deportistas. Sin embargo el tema ha tomado relevancia gracias al movimiento feminista que destaca como prioridad los derechos reproductivos y sexuales. Es por ello que hablar del abordaje de disfunciones sexuales femeninas ha ganado lugar en el sector salud.
Millones de mujeres deportistas participan en el deporte, si bien, existen muchos beneficios físicos, psicosociales y cognitivos, también existe el riesgo de eventos adversos, lesiones o enfermedades. Tanto la biomecánica como el perfil anatómico de las atletas, las coloca en mayor riesgo de lesiones musculoesqueléticas, afecciones médicas y uroginecológicas que incluyen trastornos menstruales y disfunción del suelo pélvico (DSP) (1). Cabe recalcar que las disfunciones sexuales no son ocasionadas por el deporte que realizan, sino por su mala ejecución o un entrenamiento inadecuado con profesionales no capacitados.
Las deportistas más propensas a padecer alguna disfunción sexual, son aquellas que realizan actividades de alto impacto, que es aquel que provoca un aumento importante de la presión intraabdominal, además supone un factor de riesgo para el suelo pélvico, considerándose como una situación hiperpresiva. En la que se lleva a cabo una respiración incorrecta o manteniendo la respiración (apnea) que contribuye al aumento de esta hiperpresión, por tanto agrava el problema de incontinencia urinaria (IU) y disfunciones sexuales (DS) (2). La prevalencia de disfunciones de suelo pélvico en una mujer deportista es alta, va a depender del tipo de deporte y la frecuencia con que lo practique, sumando además factores de riesgo intrínsecos de la persona (3).

Hablando de disfunción sexual femenina (DSF), esta es considerada una alteración persistente o recurrente en la respuesta sexual al deseo, excitación, dificultad o incapacidad para alcanzar un orgasmo y sentir dolor durante las relaciones sexuales (4).
Entre las deportistas es común encontrar disfunciones sexuales de tipo dolorosas, que van asociadas al tono muscular del piso pélvico, entre las DS más comunes se encuentra el vaginismo, que es una contracción involuntaria de los músculos del tercio externo de la vagina y piso pélvico, dificultando la penetración genital a pesar del deseo de hacerlo. Así como la dispareunia, que es la presencia de dolor genital recurrente o persistente durante el coito.
Existen dos hipótesis opuestas en torno al impacto del entrenamiento deportivo en atletas femeninas en el suelo pélvico. Una teoría dice que la práctica deportiva fortalece los músculos del suelo pélvico y, en consecuencia, sirve como un mecanismo de protección (5). La segunda teoría es que el entrenamiento deportivo puede debilitar el piso pélvico como resultado de múltiples factores biomecánicos y morfológicos que impactan negativamente en las estructuras del suelo pélvico. Se ha sugerido que varios factores de riesgo pueden desempeñar un papel en el desarrollo de disfunción sexual femenina en atletas. Además de la fatiga de los músculos del suelo pélvico durante el ejercicio, se cree que el ejercicio extenuante produce cambios morfológicos en estos músculos, como la hipertrofia (aumento del tamaño del músculo) (6).

Estudios afirman que la laxitud (mayor grado de flexibilidad) de los ligamentos en las atletas puede ser un factor que contribuya al desarrollo de disfunciones de suelo pélvico. Se ha sugerido que los trastornos alimentarios son otro factor predisponente. Es posible que las deficiencias energéticas y la mala nutrición en mujeres con trastornos alimentarios afecten negativamente la función neuromuscular (unión entre fibra muscular y motoneurona) de la musculatura del suelo pélvico (1).
Los deportes que tengan fuertes impactos contra el suelo, como los saltos suelen debilitar el piso pélvico. Aunque en otros casos puede tener un exceso de tono debido al trabajo postural tan estricto que se realiza. Los movimientos repetitivos pueden sobrecargar los músculos del suelo pélvico, de la misma manera que realizarlos durante largos períodos de tiempo.
La hipertonía (aumento de tono muscular) de los músculos del suelo pélvico puede causar síntomas como: frecuencia urinaria, ardor o dolor al orinar. Vaciado incompleto de la vejiga, estreñimiento y dolor durante o después de defecar. Dolor en la zona lumbar o la zona pélvica, en las caderas, área genital o recto, así como dolor durante las relaciones sexuales (7).

En un estudio realizado por Jacome et. al. (8) a 50 deportistas con edades entre los 18 y los 37 años, en el que 34 practicaron deportes de alto impacto y 16 practicaron deportes de bajo impacto, se obtuvieron los siguientes resultados:
- La prevalencia de DSF fue del 44%.
- La tasa de atletas que tenían DSF e IU concomitantes fue del 24%.
- Los deportistas con DSF eran más delgados, más bajos y tenían menos circunferencia de la cadera.
- Se encontró que las horas de entrenamiento por día eran un factor de riesgo.
- Además, los atletas experimentaron falta de información sobre la relación entre los deportes y las disfunciones del suelo pélvico y cómo prevenirlas y tratarlas.
¿Existe algún tratamiento para ello?
Si, aquellas disfunciones que están relacionadas con un tono muscular alto o muy bajo, se pueden tratar con fisioterapia. Aunque estudios han demostrado que al tratar la parte musculoesquelética, puede haber mejoras en la excitación, lubricación, satisfacción y disminución del dolor. El tratamiento debe ser multidisciplinario, donde intervenga un ginecólogo, un psicólogo, sexólogo, psiquiatra y un fisioterapeuta.
El principal objetivo de la fisioterapia es aumentar el conocimiento de la musculatura (propiocepción), mejorar la discriminación muscular, normalizar el tono muscular, aumentar la elasticidad de los tejidos y desensibilizar las áreas dolorosas. Para ello se utilizan varias técnicas, métodos y modalidades fisioterapéuticas como: ejercicios de estabilización lumbopélvica, fortalecimiento de músculos del suelo pélvico, estiramientos, educación sobre anatomía y fisiología, terapia manual, biofeedback y agentes físicos (calor, corriente eléctrica, ondas de choque, láser, punción seca etc).
La fisioterapia para abordar disfunciones sexuales sigue siendo un área sin explotar y prometedora no solo para atletas, si no para la población en general.
Referencias
- Rial T. Pelvic Floor Disfunction in Female Athletes (pregrado) [internet]. España: University of Alicante; 2018 [21 jun 2021]. Disponible en: https://scihub.wikicn.top/10.1519/SSC.0000000000000440
- Rial T y Riera T. Prevalencia y abordaje desde el ejercicio físico de la incontinencia urinaria en mujeres deportistas. EFDeportes [internet]. 2012 [21 jun 2021]; N° 164. Disponible en: https://www.efdeportes.com/efd164/incontinencia-urinaria-en-mujeres-deportistas.htm
- Santesteban L. Influencia del impacto en la disfunción del suelo pélvico en la mujer activa [internet]. España, Navarra: Universidad Pública de Navarra; 2014 [21 jun 2021]. Disponibe en: https://academica-e.unavarra.es/xmlui/bitstream/handle/2454/11987/LeyreSantestebanLopez.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Basson R, et. al. Report of the international consensus development conference on female sexual dysfunction: Definitions and classifications. The Journal of Urology; 2000: 163(3), 888-893.
- Shaw M, and Nygaard IE. Role of chronic exercise on pelvic floor support and function. Curr Opin Urol. 2017; 27: 257–261.
- Dias N et. al. Pelvic floor dynamics during high-impact athletic activities: A computational modeling study. Clin Biomech (Bristol, Avon). 2017; 41: 20-27.
- Grijalba C. El suelo pélvico. Edanza [internet]. 2018 [25 agost 2020], 36 (1): 32 – 33.
- Jacome C, Oliveira D, Marques A, y Sa-Couto. Prevalence and impact of urinary incontinence among female athletes. International Journal of Gynaecology & Obstetrics [internet]; 2011; 114(1):60-63.
¡Wow! Que tema tan interesante, e impactante para mi que lo desconocía. El abordaje y posterior desarrollo del mismo está tan bien tratado que es imposible no pensar en nuestras amigas mujeres que son deportistas y de las que ignoramos si sufren de estos males. No todo es alegría en el deporte y ahora se me hace necesario saber mas de estos temas mas allá de cultura general, por solidaridad y porque no valoramos como es debido los procesos y consecuencias que llevan y traen las medallas, los puntajes y los honores. W. A. S.
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Excelente articulo, es muy interesante que nos muestre las consecuencias negativas que puede llegar a tener el entrenamiento deportivo, muchas veces se habla solamente de los beneficios, y justamente este artículo nos abre el panorama para ver la situación de las mujeres deportistas desde otra perspectiva en la cual desafortunadamente es alto el costo que tienen que pagar por el deporte. Muy acertado hablar y prestar atención a este tipo de temas, y aunado a eso tocar el tema del tratamiento, que si bien nos dice debe ser multidisciplinario, se rescata el papel importante de la fisioterapia.
– Arlet Mtz Gómez
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