Ley del talión: ¿víctimas o victimarios?

Por Ángeles Hidalgo

Tiempo de lectura: 4 minutos

¿De dónde viene la criminalidad en México?, ¿el uso de la legítima defensa es justificable en un país como México? Desde siempre se ha intentado responder estas preguntas, siendo así, ¿la anomia podría ser la respuesta?

Sin embargo, ¿qué es la anomía? Al respecto, el sociólogo Emilie Durkheim, quien en su obra «El suicidio», (1897) puso la primera piedra en torno el concepto y lo definió como una ausencia de normas, producidas por una sociedad en crisis, que al verse incapaz de ejercer su influencia moral a causa de la falta de regulación social, produce una serie de conductas desviadas que atentan contra la sociedad y la legalidad.

Asimismo, el también sociólogo Robert K. Merton, en su artículo «Estructura social anomia», (1938) señala que la estructura social y cultural ejerce cierta presión sobre la conducta de una amplia variedad de individuos situados en diferente posición de dicha estructura. Así, define la anomia como la discordancia entre la disponibilidad (limitada) de oportunidades para la movilidad social, la amplia presión social en búsqueda del éxito social y económico, así como la erosión de los medios legítimos para conseguirlo, generando con ello conductas criminales.

Fotografía De Lapso De Tiempo De Personas Caminando Por El Carril Peatonal

En este sentido, podemos concluir que la anomía, a diferencia del delito, es un estado prolongado o permanente de incumplimiento de normas ya sean jurídicas o sociales, justificadas por la falta de oportunidades económicas que el Estado no garantiza y dada la presión ejercida por la sociedad para ser reconocido dentro de la misma como una persona exitosa.

En este contexto, México parece ser un terreno fértil para que la anomía se dé, pero ¿por qué? Según el último informe (2020) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 41.9 % de los mexicanos se encuentra en pobreza, 34.5% en pobreza moderada y el 7.4% en pobreza extrema, es decir casi la mitad de los mexicanos somos pobres. Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reportó en la encuesta nacional de seguridad pública urbana (diciembre 2020), que el 68.1% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro, 28.1% de los hogares contó con al menos una víctima de robo y/o extorsión durante el segundo semestre de 2020, y que, durante el cuarto trimestre del mismo año, el porcentaje de la población informó ver o escuchar algún tipo de conducta delictiva o antisocial en los alrededores de su vivienda por la siguientes causas: consumo de alcohol en las calles (61.2%), robos o asaltos (56.7%), vandalismo en las viviendas o negocios (41.8%), disparos frecuentes con armas (40.4%), venta o consumo de drogas (39.7%) y bandas violentas o pandillerismo (26.7%). Finalmente, de acuerdo con el balance de homicidios en 2020 que realiza el InSight Crime, informó que durante ese año en México se cometieron 34.515 asesinatos y al menos 969 feminicidios, siendo este el año más violento desde 2015, cuando las autoridades comenzaron a documentar este tipo de crímenes y en el cual se totalizaron 35.484 muertes violentas, que representó una tasa de homicidios de 27 por cada 100.000 habitantes.

Dos Cámaras De Seguridad Grey Bullet

Tomando en cuenta las cifras impactantes sobre la situación actual del país, ¿Es posible legitimar o justificar que las personas puedan hacer justicia por su propia mano y aplicar la ley del talión[1], ante el nulo esfuerzo por parte de las autoridades para evitar el prolongado y permanente incumplimiento de normas jurídicas y sociales, y por ende, el incremento de la criminalidad?

Ejemplo de lo anterior, es el caso del robo frustrado en una unidad de trasporte público acontecido el pasado 31 de julio del 2020 en la carretera México – Texcoco en el Estado de México, que se hizo viral a través de redes sociales. En el video se puede observar cómo es que los pasajeros impiden el asalto y comienzan a golpear al asaltante de manera brutal, al tiempo que realizan diversos comentarios alusivos a su inconformidad y enojo por los constantes robos que sufren los pasajeros quienes, día a día, salen de sus casas en busca de un salario que les permita vivir de manera justa y honrada.

Finalmente, se muestra como los pasajeros dejan al hombre tirado, desnudo y casi inconsciente a un costado de la carretera. Si bien, este tipo de violencia se vive de manera cotidiana en México, el caso se popularizó por el evidente enojo y violencia con la que los pasajeros respondieron al asalto, además del debate tan polémico que generó, dando pie a posturas en favor de la reacción de los pasajeros y en pro de la violencia ejercida contra el asaltante como un medio de escarmentar no solo a él, sino a todos aquellos que comenten este tipo delitos, así como a posturas que estaban en contra de la violencia excesiva contra el asaltante y quienes incluso justificaban sus actos con la idea de que robaba para poder vivir.

Fotos de stock gratuitas de adentro, anónimo, criminal

Como éste, cada día son más los casos en los que las personas deciden tomar acciones y ejercer lo que ellos llaman justicia por su propia mano en contra de los delincuentes, teniendo que convertirse en victimario y dejar de ser la víctima, al verse desesperados, desprotegidos, aterrorizados por vivir en un país donde el Estado simplemente no puede garantizar su seguridad y bienestar social.

Bajo este contexto podemos concluir que nuestro país y sociedad se encuentra en un estado anómico, pues vivimos en un círculo vicioso en el que de manera justificada (o no), los índices delictivos siguen creciendo ante la ausencia de normas o bien la ineficacia de las instituciones públicas para hacerlas efectivas y cumplir con su responsabilidad como Estado de brindar seguridad y una vida digna a sus ciudadanos.

Referencias


  • [1] La ley del Talión, promulgada varios siglos antes de nuestra era, se basa en la idea de que el castigo es el medio idóneo para hacer justicia. Dicho castigo debe causar un daño similar al que provocó quien hizo una ofensa o cometió un delito

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3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Anónimo dice:

    Paises como Colombia estan pasando, tal vez siempre lo han estado, por el mismo círculo vicioso, donde la falta de normatividad, el exceso de paternalismo, una mala educación básica, una zona de confort mediocre, ha producido una marcada desigualdad entre el porcentaje que todo lo tiene y el mayoritario que nada tiene, y en medio una clase que aspira a tener.
    Que gran articulo
    Felicitaciones
    William

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  2. Tania dice:

    La economía, la educación de mala calidad, el entorno social, la influencia de los medios, son factores que incrementan la criminalidad indiscutiblemente, aunado a esto la impunidad y la corrupción están desafiando a los individuos a recurrir a la justicia por sus propios medios, lo cual me parece peligroso, ya que la ley del Talión, no nos excime de ser juzgados por un delito.

    En el caso del asaltante de la combi, se entiende que las personas se hartaron de los asaltos y en ese momento se unieron para evitar ser despojados de los bienes, afortunadamente ninguno de ellos salió herido, pero el asaltante fue golpeado en múltiples ocasiones y de haber muerto aquellas personas hubiesen sido procesadas por homicidio lo cual a mi punto de vista sería el peor de los escenarios para aquellas personas que salieron de su casa, a trabajar sin tener la intención de hacer daño a nadie.

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    1. Tania dice:

      Felicidades por el artículo licenciada!

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